Estoy rezando con “la alianza del corazón”. El sacerdocio del Antiguo Testamento era como el de otras religiones, ritual, lleno de gestos y símbolos. El sacerdocio de Jesús tiene muy poco de religioso es existencial. La cruz vivida por Él como sacrificio es la culminación de una existencia para los demás, la existencia de un corazón todo de Dios, todo volcado en hacer la voluntad del Padre. Los sacerdotes católicos hemos terminado también celebrando ritos porque los seres humanos necesitamos rituales. Pero cada vez que decimos “esto es mi cuerpo” estamos diciendo lo que es nuestra vida, vida echa ofrenda desde el corazón, desde el núcleo más profundo de nuestra identidad. Como el matrimonio, el sacerdocio es un ideal al que tiendo, una meta hacia la que corro conquistando cada día un poco más de libertad. Doy gracias a Dios por todos los que me sostienen en mi sacerdocio. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
Comentarios recientes