La semana pasada escuchábamos a Jesús «amad a vuestros enemigos» que bien nos ha venido como preparación a lo que estamos viviendo en esta semana. Jesús nos decía «rezad por los que os persiguen». Es lo que estamos haciendo en toda la Iglesia, rezando por Rusia, rezando por Ucrania, rezando por La Paz. Yo os hablaba de la empatía y de comprender al enemigo. Que no significa que nos dejemos pisotear y abusar. Hoy habla Jesús en el Evangelio de los frutos y de los árboles. ¿No habéis dicho alguna vez hablando de una persona «si es que no se pueden pedir peras al olmo»? Comprendes al otro y te das cuenta de que esa persona no da mas de sí. Te gustaría que fuera mas generoso, que fuera más comprensivo contigo, pero te das cuenta de que no puede. De que un manzano no da peras. Esa es la empatía d ponerse en el lugar del otro. Y esto no es fácil cuando no vivimos las experiencias de los otros. La semana pasada yo ponía de ejemplo a María del Mar que es ciega, lo que nos cuesta ponernos en su lugar.
Hoy Jesús habla en el evangelio de que un ciego no puede guiar a otro ciego. Jesús quiere acentuar el «no juzguéis y no seréis juzgados» porque somos todos ciegos, no tenemos la visión De Dios sobre las personas, nosotros no vemos el corazón. No podemos ponernos de maestros, ni de jueces de nadie, tenemos un solo maestro y un solo juez que es Jesús. El quiere que estemos todos igualados en la debilidad, en las heridas, en el pecado, y cada uno en las suyas. Cada uno tiene su historia y su personalidad. El otro día JEsús nos hablaba de comprender al otro y hoy quiere que nos comprendamos nosotros mismos. Y esto no es fácil. Por eso habla del árbol bueno que da frutos buenos y el árbol malo que da frutos malos. La primera lectura dice que por la palabra se conoce a la persona. Es verdad que hay personas que fingen muy bien y dan una imagen, que se colocan la careta (como en el carnaval) de persona amable, pero que es falsa. Dice Jesús de lo que abunda el corazón habla la boca. Lo que decimos es frutos de los que sentimos, de lo que somos. ¿Qué sale de mi boca? Tenemos que analizar lo que solemos decir. Nuestro estilo de comunicación. Claro que esto depende de nuestra personalidad y lo llevamos de fábrica. Hay personas más quejicas y personas menos quejicas. Esto va en el ser, personas que suelen ver la botella medio llena y la botella medio vacía. Y también va en la situación. Hay días que está nublado y estamos agobiados y lo vemos todo más negativo. Los que de por sí son más quejicas y negativos les cuesta más, tienen que hacer un esfuerzo por no dejarse llevar por esa manera de ser.
Esto es importante. cuando en un grupo una persona es demasiado negativa y crítica impide avanzar. Y no digamos en los matrimonios. El proyecto de parejaiguala mucho. En el día a día, en la convivencia y la lcuha diaria ves al otros y dices si es que es débil y yo soy débil, es egoísta y yo soy egotista. El matrimonio es una escuela en la humildad, para los que lo quieran aprender claro, cuando no se aprende el matrimonio es un caos y fracasa.
¿Qué sale de mi boca? salen quejas, bendiciones, ¿soy capaz de hablar bien del otro? ¿Y respecto a Dios? ¿Salen quejas o bendiciones? Es cierto que tenemos que expresarle al Señor lo que sentimos y a veces necesitamos decirle ¿Ser por qué? Pero no podemos estar siempre quejándonos. El Salmo que hemos cantado dice que es bueno dar gracias a Dios. Hay peruanos que no son capaces de decirle a Dios cosas buenas. El salmo habla del árbol plantado en los atrios del Templo. Es una forma de expresar el ser humano que tiene una relación con Dios. Lo que tenemos que llevarnos esta semana no es «que tenemos que ser buenos y dar frutos buenos…» sino «si yo tengo una relación con Jesús profunda y auténtica veré com mira Jesús, pensaré como él, tendré sus sentimientos, juzgaré la realidad como él, seré como Jesús». Ya sabemos que nuestro objetivo en la vida Noe s ser buenos, nuestro fruto es ser como Jesús. Y para eso necesito la oración, leer el evangelio, comer su cuerpo para ser con él una sola carne. No hemos sido diseñados para ser árboles decorativos sino árboles que dan un fruto de vida eterna. Para eso tenemos por delante una cuaresma preciosa que empieza el miércoles. Feliz domingo y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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