En fenomenología de las religiones se estudia el “mysterium tremendum et fascinans “. Es una actitud religiosa básica del ser humano que se sobrecoge ante el Misterio. Es una mezcla de estupor y sorpresa. Es lo que los israelitas experimentaron en el Sinaí ante una manifestación terrible de Dios. El domingo pasado veíamos en la primera lectura que pidieron que no se repitiera. Los cristianos no experimentamos esto. Como dice el autor de Hebreos nosotros nos acercamos a una manifestación de Dios gozosa y siempre en ambiente de paz. Nuestro Dios se manifiesta al mundo en un pesebre, en una cruz, en un sagrario. Ante este Dios pobre y humilde no cabe más que la sorpresa y la acogida en la ternura. El amor expulsa el temor dice San Juan. Acerquémonos sin miedo al Señor. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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