Siempre que leo este evangelio me da cierto pudor porque en el fondo pienso mal de este administrador astuto, por aquello de que el afecto no se compra. Es algo que trato de vivir y de enseñar. Además la deuda no es suya sino del amo, pienso que este señor es un fresco . Pero hoy en la oración aplicó esta parábola a Dios, a la relación con él. Y me doy cuenta de que Dios nos ha perdonado no una parte de la deuda sino la deuda completa para ganarse nuestra amistad. Es así de grande y así de duro para nuestros corazones calculadores y mercantilistas. Yo también soy administrador de la Gracia De Dios como San Pablo y mi misión es hacer amigos de Dios ofreciendo la rebaja total de la deuda. Será que estoy más sensible a esto, en este tiempo en el que tengo deudas con amigos que no me exigen. Hoy es viernes miro a la cruz y veo mi deuda perdonada en la sangre de Jesús. Alabó la astucia del amor de Dios. Por cierto hoy recordamos a los mártires del S. XX en España con Pedro Poveda a la cabeza, ellos comprendieron esto de la deuda. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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