Como pasa el tiempo, estamos llegando al final de la Cuaresma, de este tiempo de poda para dar mas fruto. En el altar de la Parroquia, junto a la bombilla, el espejo, el tesoro y el televisor aparece hoy una gran piedra. Firme y sólida. Esta semana el equipo de liturgia se ha fijado en que Jesús se enfrenta a “su hora definitiva” . El viernes le decía a i amigo Gonzalo que se casaba ayer “Gonzalo ha llegado tu hora”. Jesús es una persona tenaz, que sabe quién es y a donde va y no deja su misión sin terminar. Se le pasa por la cabeza ese “líbrame de esta hora”, pero recapacita “si para esto he venido”.  Jesús ama al Padre hasta el final y dirá en la cruz, como dice la segunda lectura llevado a la consumación, “consumatum est”, todo está cumplido. 

Esta firmeza de Jesús es la que representa la roca, y contra ella tropieza  nuestra cultura líquida. Vivimos en la cultura de usar y tirar. Vemos como los diputados se cambian de partido, los esposos cambian de pareja, cada año renovamos el armario, y cambiamos de principios como cambia el viento… Si tuviese que escoger un lema para este tiempo sería “nada dura para siempre”. Y nosotros seguimos a un salvador fiel y nada voluble. Es cierto que unos somos más volubles que otros, depende de la personalidad de cada uno, pero todos estamos llamados a vivir asentados en la  firmeza y la fidelidad de Cristo. Y tenemos que estar dispuestos a que los líquidos tropiecen con nosotros y nos llamen fanáticos. Para ellos todo el que cree que algo puede ser para siempre es una fanático. En la primera lectura se anuncia la nueva alianza que Dios pone en nuestros corazones. Es el Espíritu Santo que en nuestro corazón no para de decir sí. Nosotros no tenemos más que unirnos a ese sí para siempre. Y en él tener clara nuestra identidad, sabemos lo que somos “un hijo amado de Dios” y sabemos a donde vamos “a los brazos del Padre”. Esta es la forma de vivir más digna porque nos permite ser libres y amar. La cultura líquida es un espejismo de libertad. Por eso le pedimos al Señor, por intercesión de San José, que pode en nosotros todo atisbo de cultura líquida, que pode de raíz nuestra volubilidad y que pode en nosotros toda falta de fidelidad. Feliz domingo y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.