Hoy es viernes de Pascua y recordamos en la primera lectura la conversión de San Pablo y en el Evangelio el colofón del discurso del Pan de Vida. Este discurso marcó una crisis profunda entre los seguidores de Jesús. Ananías escucha como Saulo tendrá que sufrir mucho por el nombre de Jesús. No hay Misión sin cruz. El Reino de Dios encuentra constantemente oposición en su desarrollo. Dios mismo no pone las cosas fáciles. Entre los doce puso a Mateo, un publicano, que era como poner a un policía en una banda de delincuentes, y ahora a Saulo de nuevo que es un enemigo declarado de los primeros cristianos. La capacidad de perdón y acogida de los seguidores de Jesús es puesta al límite constantemente. Estamos en continuo combate externo e interno. En el salmo encontramos una palabra en la que nos podemos apoyar. Su Misericordia es firme con nosotros, esa misericordia que es un océano infinito en el que nuestros pecados son una manchita de tinta. Esa es la perspectiva desde la que Jesús quiere que miremos todo este combate. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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