Rezando con este evangelio me acuerdo de la Vigilia de Pentecostés cuando teníamos las velitas encendidas y le decíamos al Señor “envíame a mi”. Ese día le dijimos si, y en ese si seguimos porque nosotros no somos un día si y otro no. Como San Pablo nos mantenemos en la Misión incluso en verano porque la Misión no son las actividades parroquiales, no hacemos Misión “somos Misión “. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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