La fe empieza por un encuentro con un Dios que  nos espera, es la vuelta a casa. Y cuando ya estás en casa y tienes una relación con el Hijo del Padre, ahora eres tú el que esperas su vuelta. Este Hijo ha dado su vida por cada uno de nosotros, nos ha librado de la muerte, y por eso nosotros estamos dispuestos a dar nuestra vida, a ponerla a su servicio. Por eso le esperamos a que vuelva de la boda para lavar su pies, los pies del mensajero que trae la salvación, él nos ha enseñado a lavar los pies. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.