Concluyendo el año litúrgico nos encontramos con esta jornada de los pobres que el Papa Francisco instituyó hace unos años. Este año el lema es “a los pobres los tenéis siempre con vosotros”. En el mensaje de la Jornada el Papa nos dice que no nos quedemos esperando a que los pobres vengan a pedirnos ayuda sino que salgamos a buscarlos, libres de prejuicios y abiertos a encontrar nuevas pobrezas. Este salir nos cuesta mucho trabajo e implica una nueva cultura de la forma de trabajar de Cáritas. En nuestra parroquia ya cambiamos la forma de acoger hace unos años, con el Hospital de la Misericordia, y ahora nos toca dar este nuevo giro. Necesitamos la ayuda de todos porque no sabemos donde están las familias con problemas, donde están las necesidades. Es responsabilidad de todos que con discreción fluya esa información hacia el equipo de Cáritas. 

El Papa sabe que los cambios de cultura no son fáciles ni rápidos. Requieren tiempo y mucho esfuerzo. El camino sinodal es eso, no es una actividad más, sino el inicio de un proceso largo y complicado, que ayude a la Iglesia a ser, no al hacer, de otra manera.  Hay una palabra clave que es discernimiento. Cuando caminamos hay momentos en los que hay que parar, dejar la mochila en el suelo, para confirmar que la ruta que llevamos es la correcta. Hay que sacar la banqueta para orar, sacar la Biblia para buscar en la Palabra, hay que escuchar a los demás… Eso es lo que se nos propone en el Camino Sinodal. Un escucharnos sin prisas para preguntarnos juntos ¿vamos bien? ¿este camino nos lleva a donde queremos llegar? 

En el Evangelio de hoy se nos habla de una higuera que con sus yemas nos avisa de que la primavera está cerca. Jesús nos habla de leer los signos de los tiempos que nos ayudan a descubrirle cerca, a la puerta. La vida de prisas y de torbellino de experiencias no favorece ese mirar los signos, ese escuchar con calma. Es contracultural esto del discernimiento. Lo que se considera “normal” es dejarse llevar por lo que toca y no desentonar en el lienzo. En todo el mundo hay miles y miles de hombres y mujeres que están reuniéndose con calma, para escucharse, para leer los signos de los tiempos, soñando con algo nuevo… este es el comienzo de una verdadera revolución. Feliz domingo y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.