¿Qué quieres que haga por ti? Esa pregunta a la gente salvó a Bartimeo. No se quedó en su borde del camino, en su pedir limosna. Bartimeo soñaba con una vida mejor y era consciente de sus límites. No podía salir de donde estaba solo. Algún día pasaría por su lado la salvación que esperaba y quizá no se diera cuenta de ello. Para saberlo necesitaba de otros que le dijeran “Pasa Jesús Nazareno”. Conozco muchos ciegos al borde del camino que no sueñan, y otros que sueñan y no preguntan porque se las saben todas. E incluso a algunos que se quejan de que por allí no pasa nadie que los ayude. La cultura en la que vivimos no propicia soñadores y buscadores. Quiere que vivamos enganchados a los entretenimientos que nos ofrece. Jesús pasa por tu vida, escucha y pregunta. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.