Ayer decía Jesus que el que le sigue no camina en tinieblas. Y con el salmo rezábamos “tú vas conmigo”. Hoy es Jesús el que afirma “no me ha dejado solo”. Jesús pasó por la prueba del dolor, de su pasión y su cruz y la superó porque en la cruz confió. Eso es lo que contemplaron los que lo elevaron en la cruz. No vieron un hombre envenenado renegando de Dios, sino a un Hijo confiado en su Padre. Por eso descubrimos ahí, en la cruz su íntima unión con el Padre, puesta a prueba en el dolor mas grande. Por eso al contemplar la cruz sabemos que Él es. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.