Hay dos formas de vivir. De forma pro activa y de forma reactiva. Somos reactivos cuando vivimos reaccionando a lo que sucede a lo que otros hacen, a la defensiva y fijándonos en que la botella está medio vacía , pensando en no perder. Somos pro activos cuando vivimos proponiendo, tomando la iniciativa, poniendo el acento en que la botella está medio vacía, cuando buscamos ganar. San Pablo era pro activo y así quiere que vivan sus comunidades en medio de una cultura de competitividad y sospecha. Y ya vemos que de los Díez leprosos solo uno es pro activo y sabe aprovechar el cambio de rumbo de su vida. La alabanza es la mejor forma de no estar en la reactividad. Nos saca de ella cada vez que sale de nuestro corazón “bendito seas Señor” cada vez que nos damos cuenta como dice San Pablo “somos en esperanza herederos de la vida eterna”. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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