Jesús profetizó no sólo que no quedase piedra sobre piedra del Templo de Jerusalén sino el final de una época en la cultura Judía. Se acabo el Templo y la forma de relacionarse con Dios a través del culto sacrificial. Jesús le dijo a la samaritana que lo importante no es adorar a Dios en este o aquel templo sino hacerlo en “Espíritu y en verdad”. En la lectura del Apocalipsis se dice que Jesús nos ha hecho un PUEBLO SACERDOTAL esto quiere decir que la adoración a Dios puede ser ejercida por todo su pueblo porque el nuevo culto de los Cristianos es existencial, se ofrece a Dios toda la vida, cada detalle.  “todo es de mi Cristo por el y para el” cantamos. La Eucaristía que celebramos y que presidimos en nombre de Cristo los sacerdotes ordenados, es la acción de todo el pueblo que se ofrece en alabanza y adoración al Padre en el Espíritu Santo. Por eso al despedirnos se nos puede decir “glorificad a Dios con vuestra vida, podéis ir en paz”. Vivamos un día dando gloria a Dios. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.