Estas mañana estoy un poco atascado. Tengo varias cosas en la cabeza que me impiden tener lucidez para meditar la Palabra. Será que no soy de los sencillos a los que se les revela la Verdad sobre Dios. La mirada contemplativa que es capaz de ver los brotes verdes no es algo espontáneo, hay que ponerse y dejarse ayudar por el Espíritu Santo. Hay días que estorbamos al Consolador con nuestros razonamientos y nuestros estados anímicos. En todo caso Dios es libre y se revela a quien Él quiere. Esta primera semana de Adviento quizá es la semana en la que miramos más a las hojas caídas que a los pequeños brotes de las ramas. Yo ayer empecé con mi programa personal de Adviento y me vino muy bien. ¿Has empezado tu? Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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