Ayer celebramos a San Juan de la Cruz, uno que fue capaz de vender sus tesoros de la tierra para atesorar en el cielo, para poder seguir a Jesús en la subida a la cumbre. Precisamente San Juan llama a su camino espiritual “subida al monte Carmelo”. Una hermana me recordaba la escena de la película de la Misión cuando el jesuita que interpretaba Robert de Niro tuvo que soltar todo lo que cargaba para poder ascender por la pared de piedra. Seguimos con este eco del retiro del domingo. Sofonías nos habla hoy del resto de Israel, ese pueblo pobre y humilde que confía en el Señor que espera un Mesías en sus vidas. Los publicanos y las prostitutas también esperan un Mesías que les diera una oportunidad. Sigamos en este Adviento soltando lastre, el de nuestras seguridades para abandonarnos confiadamente en la esperanza del que viene a salvarnos. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.