Seguimos con nuestra particular PCR para ver si verdaderamente estamos o no contagiados de Jesús. Recordamos que el primer síntoma era ser unos “pringados” y el segundo el ser “curiosos”. La imagen de esta semana me parece genial, unas manos dejando volar a una preciosa mariposa. Si tratamos de retenerla la podemos dañar al tocar el polvillo de sus alas. Me vino a la mente esta imagen al ver la libertad de los discípulos que lo dejaron todo para ir en pos de Jesús. Supongo que su trabajo y no digamos su padre, su familia, eran algo muy bello y valioso para ellos. Pero fueron capaces de dejarlo. Hay que vivir muy desapegados para poder hacer algo así. Este es el síntoma de esta semana DESAPEGADOS. 

San Pablo decía lo mismo a los Corintios. Que vivieran todo con la seguridad de que todo pasa, dejándolo volar. Hasta las relaciones pues en ellas a veces hay mucho de apego y de dependencia emocional que no es amor. Cuantos matrimonios fracasados porque uno de ellos se casa apegado a sus padres, cuantos maltratados y maltratadas que no pueden zafarse de esa relación tóxica por la dependencia emocional en que viven. Hay mucha confusión a cerca de esto. Nos apegamos a personas, cosas, ocio, y a estilos de vida. Como los ninivitas, que tenían una forma de vivir destructiva. Se resistían a cambiar y cuando le vieron las orejas al lobo (Jonás les ayudó a verlas) se decidieron a cambiar. También nosotros estamos apegados a nuestro estilo de vida de bienestar que no es sostenible. 

Tendemos de forma natural a apegarnos pero si no nos desapegamos no somos libres, no podemos amar y no podemos seguir a Jesús. Jesús nos necesita libres, no aferrados a los tesoros de la tierra. Pregúntale a Jesús ¿Qué me falta para ser mas libre en mi seguimiento? No tengas miedo a hacer esta pregunta porque merece la pena liberarse. Es cierto que cuando te consigues desapegar de algo vuelves a apegarte. Es una lucha continua por abandonar los ídolos que se ponen en el lugar que sólo a Jesús le corresponde en nuestra vida. Sólo él es la persona sin la que no podemos vivir, sólo Él. Le damos gracias por llamarnos de nuevo y le pedimos por intercesión de San José que nos ayude a desapegarnos. Feliz domingo y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.