Hoy he estado regando las habas que planté en noviembre. Con el frío van muy lentas. La acción de Dios en el mundo y en las personas es un proceso, lento y progresivo. Es como los procesos de la naturaleza. Los hombres que han vivido durante años en la cultura agrícola lo entendían muy bien. A nosotros nos gustaría que la acción de Dios fuese instantánea y rápida, como todo sucede en la cultura dela inmediatez en la que vivimos. La crisis en la que estamos también requiere su tiempo para salir de ella. Es toda una prueba a nuestra capacidad de espera y de aguante. Aprovechemos para crecer en la paciencia. Y como tarea para hoy pide perdón a alguien que haya sido víctima de tu impaciencia en los últimos días. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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