La conversión de San Pablo es un hecho único en la historia del cristianismo. Él es apóstol por revelación personal de Jesús. Él no trato con Jesús, quizá lo conoció personalmente porque lo escuchó predicar alguna vez en Jerusalén. Pero no era de sus discípulos. Alguno ha afirmado que San Pablo inventó el cristianismo. No se puede decir tal cosa pero lo que sí está claro es que sin San Pablo el cristianismo hubiera sido un movimiento espiritual muy reducido en el contexto del Imperio Romano. La Iglesia naciente necesitaba a alguien con su formación, con sus cualidades personales y con la visión de abrir la fe a los gentiles sin reparo alguno. Por eso recibió esta gracia tumbativa tan especial ante la que casi no se pudo resistir, digo casi porque no podía anular su libertad. El modo ordinario del encuentro con Jesús es a través de los demás. Somos nosotros los llamados y enviados a que tantos que no conocen a Jesús se encuentren con él. No pensemos que Jesús les va a salir al paso como a Pablo. Renueva tu sí a la misión hoy que celebramos a este gran misionero. Feliz día y bendiciones.  Para ver las lecturas pincha aquí.