Vengo de celebrar la Misa, esta mañana estuve orando un poco pero ha sido al proclamar el Evangelio hoy cuando ha calado en mí. Al comenzar la lectura me pasa por la cabeza que podíamos darlo por leído puesto que casi nos lo sabemos de memoria. Y precisamente lo que ha sucedido es que al proclamarlo es como si llegase un eco del FIAT de María. Ha sido precioso. Me he dado cuenta de que cada vez que proclamamos ese evangelio llega ese eco, y es que todo es eco de ese HÁGASE pronunciado por aquella Virgen temblando de ternura y abandono. Las palabras dejan huella, a veces heridas, otras veces sanción que dura. Aquellas palabras de María provocaron el encuentro de Dios con la humanidad, un encuentro que sigue y sigue, en cada Eucaristía, se oye ese eco y se produce ese encuentro. Dejemos que ese eco resuene en nuestra alma. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.