No se casarán, serán como ángeles. En los cielos nuevos y la tierra nueva no habrá generación, no habrá procreación y por lo tanto no existirá el matrimonio, viviremos el amor de otra manera sin la exclusividad de la pareja. El celibato es un signo en el mundo de hoy de esa forma de amar. Es un adelanto, imperfecto claro  está, pero es una forma de decir hoy que estamos creados para llegar a la plenitud del amor que será amar a todos como a un esposo o a una esposa. Esto es difícil de entender para nuestro cerebro que no tiene categorías para clasificar esto y entiende “yo te quiero y tú me quieres”. Estamos llamados a madurar sin cesar a vivir un amor cada vez más libre, en el futuro, libre incluso de algo tan legitimo y sano y natural  como la pareja. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.