Seguimos con el consuelo. Estas apalabras de Isaías de vez en cuando están en mi boca para dejar claro que Dios nunca, nunca nos abandona. A veces se retira un poco para probar nuestra confianza pero no deja de amarnos nunca. Rezando hoy pienso en tantas personas que necesitan escuchar esto, tantos que se sienten solos y abandonados. Y también pienso que serían palabras que se repetía Jesús en estos días previos a su pasión. Hoy en la parroquia he podido ver de cerca la imagen de Jesus Cautivo, abandonado por todos en el huerto de los olivos. En esos momentos el se repetiría “no estoy solo, Él no me ha abandonado”. Me gusta mucho decirle a Jesus ante esta imagen “yo no te dejo solo”. Jesus también necesita ser consolado. Diagámosle a Jesus hoy “yo no te dejo solo”. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
Comentarios recientes