Hoy en la Palabra vemos los efectos de la fama. En la primera lectura se nos hace una semblanza por todo lo alto del Rey David del que hemos estado leyendo algunos hechos en estos días. En el Evangelio se nos cuenta el final trágico de Juan el Bautista. San Marcos introdujo este relato al hilo de la fama de Jesús y de que algunos, entre ellos Herodes, pensaban que había resucitado Juan. Nosotros que vivimos en la cultura digital de las redes y los reality show, estamos muy lejos de esa fama. A Jesús lo conocieron realmente pocas personas, pero las noticias sobre él corrían de boca en boca por todos lados. Por eso se podían dar lugar a esas interpretaciones tan curiosas sobre su persona. Esto sucede también hoy en otro sentido. La mayoría de las personas saben algo de Jesús, han oído hablar de él, pero realmente no lo conocen, no saben quién es Jesús. Para que lo lleguen a saber tienen que encontrarse con él. Tener esa experiencia única que no se puede explicar, que te lleva a poder decir «Jesús está vivo y es mi Señor». Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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