San Pablo sabía muy bien lo limitada que era la antigua alianza, la de Moises, la de los mandamientos; y sabe también lo grandiosa y plena que es la nueva Alianza en Jesús, la que dio plenitud a aquella. También cada uno de nosotros sabemos lo infecunda que es una vida basada solo en el esfuerzo y en las propias capacidades para cumplir preceptos. Y tenemos la experiencia de lo fecunda que es una vida basada en la acción transformadora del Espíritu Santo en cada uno, con su ley interior que habita en el corazón. Yo le quedo con lo segundo, con la plenitud aunque reconozco que a veces la cabra tira al monte y busco la seguridad del cumplimiento. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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