Estoy con lumbago desde ayer muy limitado y no he bajado a rezar a la Iglesia. Estoy en mi sillón de trabajo con una música de fondo. Hecho de menos los dos espacios donde más conecto con Dios, el sagrario con la música de Taizé de fondo y el campo en verano escuchando a los pájaros empezar el día. Jesús también buscaba lugares apartados donde estar a solas con Dios. Pienso en los que forman parta de mi comunidad ¿habrán empezado el dia con un rato de oración? Necesitamos esa soledad y ese silencio para escuchar la llamada del Señor como Samuel, para escuchar cada día «eres mi hijo amado». Este día con sus planes y sus problemas se sustenta no en el café que me he tomado y en mi estado de ánimo sino en esta experiencia de encuentro y de paz. No dejes de buscar ese sitio apartado y esa soledad con él. Feliz dia y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.