Los viernes de Cuaresma tienen esa fuerza de anticipo del Viernes Santo. José fue vendido por sus hermanos y el hijo del dueño de la viña murió fiera de la viña. El pecado de los hermanos de José fue luego oportunidad de salvación para su familia cuando llegaron las vacas flacas. La muerte de Jesús sería la oportunidad para la irrupción definitiva del Reino construido sobre una roca desechada por los arquitectos. Dios sabe más y sabe qué fruto dará la crisis existencial en la que nos movemos que es más profunda y grande que la del Covid. Nosotros a confiar y seguir podando nuestra vida de toda mentira y falta autenticidad. Porque de la mentira Dios no puede sacar nada bueno. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.