En la lectura de hoy aparece la perseverancia y la esperanza. Perseveran los que tienen una esperanza firme que es como un ancla que impide que la corriente de la rutina, el desánimo, la acedia nos arrastre. No perseveramos por pura voluntad porque somos los más “chulos” del universo, sino porque seguimos a uno que ha atravesado la cortina y nos ha abierto un camino. Esa cortina hace referencia a la que en el templo separaba el lugar del pueblo del Debir, del Santo de los Santos donde moraba Dios. Allí sólo entraba el sumo sacerdote una vez al año. Jesús ha entrado y nos hace entrar a todos. Con la esperanza de llegar a ese lugar, a esa comunión con el Dios que es fiel a sus promesas, lo aguantamos, perseveramos y no tiramos la toalla. ¿Cómo andas de perseverancia? ¿cómo andas de esperanza? Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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