¿Alguna vez nos han dicho “te estoy hablando y no me escuchas”? Así se siente Dios y lo expresa por medio del profeta. Dios ve que la falta de escucha lleva al traste su relación con el Pueblo, como se desmorona una relación matrimonial por déficit de escucha. Jesús plantea en el Evangelio de forma tajante la pregunta: “¿estás o no estás conmigo?” Ese estar implica permanecer a sus pies escuchando su palabra como un discípulo. Revisamos hoy nuestra escucha de la Palabra. Y desde el domingo que podábamos la idolatría del dinero estamos escuchando: “Hijo mío tú siempre estás conmigo y todo lo mío es tuyo”. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.