En la primera lectura de hoy además de repetir lo fundamental del camino abierto por Jesús para acceder a Dios, el autor invita a los lectores a fijarnos los unos en los otros para estimularnos los unos a los otros en la caridad.  También Jesús nos habla de no esconder la luz que cada uno de nosotros somos, nuestra vida puede ser un gran estímulo para los demás. Somos responsables los unos de los otros. La vida cristiana no es un combate individual para alcanzar la salvación de mi alma. Esa es una concepción muy pobre que ha sido dominante durante mucho tiempo. Cuando miro a mi parroquia me doy cuenta de que cada uno ha ido llegando a través de otro. Una hermana vino porque quería sentir la misma alegría que veía en sus vecina. Otro porque quería tener la fortaleza que veía en un matrimonio amigo. Recuerdo el día que repartimos las velas que se encendían en las asambleas de la Misión. No escondamos la luz que Dios ha encendido en nuestra vida. Hay muchos que necesitan esa luz. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.