Al leer hoy el evangelio sobre esto de esconder la luz y lo que dice Jesus de quitar hasta lo que se tiene me he acordado de la parábola de los talentos. Por aquello de esconder el talento por el miedo y no hacerlo dar fruto. El miedo nos hace esconder talentos, dones del Espíritu Santo que son regalos para los demás. A veces los escondemos por el miedo a no dar la talla si somos exigentes, o por miedo a molestar si somos complacientes o por miedo a que me complique la vida si vamos con la protección y la distancia. Un don escondido se pierde y te pierdes, es como esconder una mano y perderla. Vivir con miedo siempre sale caro. Pensemos que talentos escondemos. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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