Hoy la Palabra nos arrea bien. Nos habla de la humildad de vivir en la verdad. Cuando andamos juzgando es porque queremos tapar nuestra propia miseria y a veces la tapamos bajo ese “bien quedar” de no complicarnos y que nadie se moleste. La falta de verdad es siempre en el fondo un problema de libertad. No soy libre para mostrarme tal y como soy y muestro un falso yo que se traduce en juicio e hipocresía. Cada mañana, cuando nos ponemos en oración ante Dios estamos desnudos, somos lo quienes somos, sin caretas ni disfraces y… somos amados y acogidos . Por eso es tan importante la oración personal de cada día, sin ella no pondremos vivir en la verdad, no somos libres. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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