Hay una interpretación muy clásica y simple de este evangelio que sería “que no me muera en pecado mortal”. Esa vigilancia consistiría en confesar frecuentemente para estar “en Gracia De Dios”. La parábola no es tan simple y moralizante. Lo que le sucede al criado canalla es que deja de vivir como un criado que administra y da cuentas para vivir como un derrochador y un mal tratador. Como un señor déspota e inconsciente. Deja de amar y servir para explotar y servirse de todos y de todo. Esa es la cuestión ¿cual es mi estilo de vida? ¿El que vive para los demás como siervo (como Jesús) o el que vive para si? No se trata de no pecar sino de mantener un estilo de vida coherente con el servicio y el amor. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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