El martes leímos en la versión de San Lucas este evangelio en el día de acción de gracias. Por eso me centro en la primera lectura de este profeta menor y poco conocido. En el Antiguo Testamento había una constante “Dios premia a los buenos y castiga a los malos”. Es la lógica de la retribución. Pero llego un momento en que los creyentes se plantearon: “nos parecen dichosos los malvados”. Entonces apareció la idea de l retribución más allá de la muerte. No es en esta vida sino después de morir cuando la justicia divina se impondrá a la maldad. El mal no tendrá la última palabra. Los cristianos seguimos esta línea y confiamos, como afirma Benedicto XVI en Spes Salvi que en la mesa del reino no se sentarán las víctimas y los verdugos que hayan pedido perdón. Esta mañana nosotros le decimos al Señor “merece la pena vivir en la justicia, andar por el camino del amor, es el camino que lleva a la vida, es una senda de plenitud”. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.