Este fin de semana he predicado muchas cosas la verdad. En la Parroquia hemos celebrado un Triduo y he hablado de proceso de discipulado, de la Trinidad en la Historia de la Salvación y las diferentes formas de relacionarnos con Dios… En la Eucaristía más parroquial expliqué que la Trinidad es algo que se fue forjando en el pensamiento cristiano a lo largo de los primeros siglos. Un parto largo y doloroso que concluyó con la confesión de los concilios del siglo cuarto que es lo que recitamos en el Credo. La Trinidad es comunión en la diversidad. Sin diferencias no es posible la relación y esto es clave en Dios, donde el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son diferentes y diversos y por eso se relacionan. El Papa Francisco habla mucho de la unidad en la diversidad. Cuando accedió a la sede de Roma se adquiriría esa visión del Pastor de una organización tan tan grande, donde hay tantas y tantas formas de vivir y expresar la fe cristiana. La Iglesia Católica es la organización humana más plural que existe. Cuando participamos en un evento cmo una JMJ no sólo vemos banderas de países, sino que vemos también una variedad de grupos, movimientos, congragaciones, comunidades, verdaderamente impresionante. Y en las expresiones y formas podemos ponernos nerviosos unos a otros. A mí por ejemplo me pone un poco nervioso cuando veo a gente joven comulgar de rodillas y en la boca, porque son formas antiguas. Supongo que a ellos les pondrá nerviosos cuando yo paro la Misa y suelto una de las mías. El Papa no deja de invitarnos a ver la diversidad legítima que suscita el Espíritu Santo, no como un obstáculo a la unidad sino una oportunidad para la comunión. Sin diferencias, con la uniformidad, no sería posible la relación y la verdadera comunión. Debemos procurar no absolutizar lo que a mí me sirve, me ayuda porque a otros no les ayuda. Hay un núcleo común que es el que tenemos que preservar, y no malgastar esfuerzos en lo que es más secundario. Yo esta mañana animaba e la Eucaristía a dar gracias al Señor por alguna personas, grupo, comunidad, diferente a mí, que incluso me pone nervioso. Con la ayuda del Espíritu Santo podemos reconocer ahí su obra y el plan de Dios. Feliz domingo y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
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